Con una mezcla de misticismo, actividad física y tradición, Teotihuacán fue sede de la Carrera al Inframundo Teotihuacano, una experiencia deportiva que buscó reforzar el sentido de identidad y dar vida al legado milenario de la región.
La edición de este año giró en torno al “Cuarto Nivel del Inframundo”, conocido como Itzehecayan, el “Lugar de nieve” dentro de la cosmovisión mesoamericana. Este sitio, parte del camino rumbo al Mictlán, representa un tránsito espiritual que honra la relación con la tierra, los elementos y la continuidad de la vida, lejos de visiones de castigo.
El evento se suma a las celebraciones del Día de Muertos y fue impulsado por el entrenador Víctor Hernández Romero, quien cuenta con más de dos décadas promoviendo el deporte local y ha sido pieza fundamental en la organización de competencias en el Valle de Teotihuacán. “Esta carrera nace para celebrar nuestras raíces y mantener viva la unión comunitaria a través del deporte”, afirmó.
Las y los participantes recorrieron rutas de 3, 5 y 10 kilómetros, además de la prueba especial “Guerrero de Fuego”, una carrera de velocidad de un kilómetro donde las antorchas iluminaron el trayecto, evocando rituales de los antiguos pueblos de la región. La medalla conmemorativa fue elaborada por artesanos locales con iconografía prehispánica, reforzando el vínculo entre la actividad deportiva y la economía comunitaria.
También se integraron jóvenes atletas del proyecto Virtus, quienes representan una nueva generación de talento deportivo en la zona. Para las infancias, se desarrolló una carrera dirigida a niñas y niños de 4 a 14 años, con el propósito de fortalecer desde pequeños la participación en el deporte y la valoración de las tradiciones.
Como experiencia complementaria, el evento ofreció área de campamento para los primeros inscritos, talleres artesanales, música y danza ancestral, así como danza de fuego. Hubo también proyección de cine al aire libre, elevación de globos de Cantoya, degustación de pulque y mezcal, además de un espacio para colocar ofrendas y velas en memoria de seres queridos.
Los organizadores subrayaron que la Carrera al Inframundo se ha consolidado como una tradición teotihuacana moderna, donde convergen deporte, turismo y cultura, y que al mismo tiempo impulsa beneficios económicos para las familias del valle.
