A 19 años de la represión que marcó la lucha del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), la presidenta Claudia Sheinbaum inauguró el Hospital General IMSS-Bienestar, que lleva el nombre de Francisco Altamirano Núñez, y una sede de la Universidad del Bienestar Benito Juárez, en reconocimiento a la resistencia de las comunidades que enfrentaron la violencia de Estado en 2006.
“Hoy México es otro. Hay un gobierno que gobierna con el pueblo, por el pueblo y para el pueblo; se acabaron los gobiernos que solo miraban a unos cuantos”, afirmó Sheinbaum al encabezar la ceremonia, donde reafirmó la continuidad del Plan de Justicia para Atenco.
El objetivo es saldar la deuda histórica con las comunidades afectadas por la represión y la imposición de megaproyectos.
Ignacio del Valle, líder del FPDT, recordó que la brutal represión no logró doblegar la dignidad ni la memoria del movimiento.
“Nombramos en voz alta estos acontecimientos porque no solo fuimos los reprimidos, también hemos sido los vencedores”, expresó, al señalar que las obras entregadas son fruto de un sueño colectivo de bienestar y justicia social.
En entrevista, César del Valle, integrante del FPDT, destacó que la entrega del hospital y la universidad representa un acto de justicia, pero advirtió que aún falta mucho por hacer.
“Hoy revestimos este pueblo no de sangre, sino de médicos, de enfermeras, de un hospital que va a servir a una población con muchas necesidades. La justicia no solo es castigo a los responsables, también es el desarrollo de las comunidades”, señaló.
César subrayó que la visita de la presidenta envía un mensaje de cercanía con las comunidades.
“No olvidamos quiénes fueron los que nos reprimieron, pero tampoco dejamos de atender las necesidades de los pueblos. La justicia social se hace con los movimientos sociales, no puede estar divorciada la gobernanza del movimiento popular”, afirmó.
Sheinbaum anunció que dará seguimiento al Plan de Justicia y que sostendrá reuniones con una comisión del FPDT para revisar los pendientes en infraestructura y bienestar. Las nuevas instalaciones, dijo, simbolizan el triunfo de la organización comunitaria sobre el despojo y la violencia.
“Este hospital y esta universidad son para el pueblo, y vamos a seguir avanzando en otras cosas más”, concluyó la presidenta.