La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) detuvo a Cristopher “N”, alias “El Comandante”, señalado como uno de los principales responsables del homicidio de los músicos colombianos Bayron Sánchez Salazar, conocido como “B-King”, y Jorge Luis Herrera Lemus, alias “DJ Regio Clown”, cuyos restos fueron localizados el pasado 17 de septiembre en el municipio de Cocotitlán.
La investigación de la FGJEM permitió establecer que las víctimas habrían sido asesinadas tras ser engañadas para concretar supuestos negocios relacionados con la venta de narcóticos sintéticos como “Tusi” y “Coco Chanel”, además de su participación en eventos conocidos como “Sin Censura”, en los que se presume se distribuían drogas.
De acuerdo con las indagatorias, “El Comandante” habría coordinado el traslado de los músicos desde una plaza comercial en la Ciudad de México hasta un inmueble en la alcaldía Iztapalapa, donde fueron privados de la vida. Posteriormente, sus restos fueron abandonados en Cocotitlán con la intención de desviar la investigación.
Las autoridades mexiquenses confirmaron la detención de 16 personas relacionadas con los hechos, entre ellas 10 extranjeras originarias de Colombia, Venezuela, Cuba y España. Los detenidos están vinculados a distintos delitos como homicidio, extorsión, privación ilegal de la libertad, secuestro y narcotráfico.
Entre los capturados también figuran integrantes de un grupo delictivo vinculado con el esquema de préstamos ilegales conocido como “gota a gota”, operado bajo la fachada de una empresa llamada “Emprende Coin”, desde donde extorsionaban a víctimas en varios estados del país.
Las investigaciones apuntan a que el homicidio de los dos músicos está ligado a disputas por la comercialización de drogas y a adeudos con una célula criminal encabezada por un sujeto identificado como “El Pantera”, quien habría ordenado la ejecución.
“El Comandante” fue detenido por agentes de la FGJEM mediante orden de aprehensión por el delito de homicidio calificado, al considerarse coautor material del crimen. Las autoridades federales y locales continúan con las investigaciones para ubicar a otros implicados.
Los detenidos fueron ingresados a penales del Estado de México, donde enfrentarán cargos por los delitos mencionados. De ser hallados culpables, podrían alcanzar penas de hasta 70 años de prisión por homicidio calificado y hasta 100 años por secuestro.